En general, nos hicieron sentir como en casa, el personal de recepción demasiado lindos, son súper amables, todo el tiempo trataron de ayudarnos, nos hicieron pasar unas vacaciones inolvidables por lo bien que te tratan. El hotel en general te hace sentir en una película, es súper pintoresco, lleno de arte, es diferente y eso lo hace único. Las habitaciones muy bien y acogedoras, la que nos tocó de 3 personas tenía una silla que hacía masajito en la espalda y pies, y después de caminar por horas nos sirvió demasiado. Yo creo que el único pero que podría ponerle es que no tiene elevador (que ojo, nos ayudaron con nuestras maletas, así que no nos afectó en lo más mínimo). Pero me encantó y sin duda cuando vuelva a Roma espero poder encontrar habitaciones aquí mismo. Por último, está súper céntrico, todo todo todo lo hice caminando, la fontana a 15 minutos caminando, Pantheon a 2 calles, coliseo a 25 min caminando, súper bien todo la verdad.