Es un hotel muy bonito, cómodo y padre. La habitación que nos tocó tenía una "terraza" con una hamaca, muy cómodo. La cama comodísima, el abanico inicial no funcionaba pero sin problema alguno nos lo cambiaron. La desventaja es que no siempre hay personal en recepción, por lo que si requieres algo debes llamarlos, pero siempre contestan y están al pendiente. Si vas en carro debes subir una pequeña loma empedrada, pero el hotel cuenta con estacionamiento. Caminando a la playa se hacen unos 5-7 minutos (de ida es de bajada y de regreso de subida por lo que se siente mucho más pesado el regreso). Sin duda volveríamos a este hotel.