Habitación y cama muy cómoda, todos los ambientes con muchos detalles de decoración y buen gusto que nos hicieron sentir como en nuestra propia casa.
La atención de Doro y Fer impecable, muy predispuestos y buena onda!
Desayuno riquísimo, todos los días nos sorprendían con algo diferente dulce y rico.
Desayunar con vista a las viñas, no tiene precio.
Súper recomendable!!