Lo que prometía ser un fin de jornada laboral de 12 horas, una simple noche de descanso se convirtió en una pesadilla, nos atendió un asqueroso maleducado impertinente e incompetente xico desde la centralita del hotel Monterrey de Roses, que nos complicó la entrada en el alojamiento 2 horas, nervios, no pudimos disfrutar de la piscina, sin cena, estaban cerrados ya los establecimientos, un desastre,
Muy mala gestión!