El hotel no es muy nuevo, y es muy pequeño, sin embargo las habitaciones están renovadas y muy limpias.
Pocas opciones para comer, tanto de lugares, como de variedad de comida. Casi siempre lo mismo. Los restaurantes de especialidad, solo el
Japonés, más o menos vale la Pena, menú súper cortito.
Nos encantó que tienen un servicio de vuelta a la bahía con velero, kayak, snorkel, chalecos, sin costo.
Tienen algunos otros deportes acuáticos con costo maravillosos también, con súper atención y ayuda de Ambrosio y Omar excelentes.