Es un hotel pequeño, muy bonito, cerca del casco antiguo de Cracovia, lejos del ruido. Las habitaciones con cocineta son muy amplias, vale la pena seleccionarlas, te ponen capsulas de cafe diario. Las camas son muy comodas, buen aire acondicionado, ya que fuimos en agosto.
Es una muy buena opción de alojamiento cerca de la plaza del Mercado y restaurantes.