Como contratamos con Expedia nos trataron como huéspedes de segunda, uno de los encargados llamado Pedro García nos dijo despectivamente que al haber contratado con Expedia nos devolvería por esa vía el dinero, esto derivado a que nos dieron una habitación que no correspondía con lo que pagamos. Nos dieron una habitación junto a la cocina, sin ventanas, con el ruido de los refrigeradores y donde se metían las cucarachas, cuando lo que contratamos era una habitación con camas dobles y vista al jardín. Después de rogarle al señor Pedro que nos cambiara de cuarto, nos dio las llaves de la habitación pero nadie nos ayudó a trasladarnos. El personal es muy grosero, les pides algo y te hacen caras, el bufete es un cúmulo de comida insabora…ofrecen restaurante italiano, francés y japonés pero nunca hay mesas disponibles. La playa es lo más descuidado que tienen, platos tirados y camastros sucios, y si, claro que los limpiamos para usarlos, pero eso es lo que menos esperas de un hotel todo incluido. Derivado de la cantidad de gente que hay y que hay muy poco personal, llega un momento en que los platos del bufete se acaba y los camastros no son suficientes para estar en la alberca o en la playa, cuando te acercas al personal para que te auxilien al respecto, solo se te quedan viendo y te dicen “No hay”. el hotel ha decaído muchísimo en cuanto a atención, limpieza y servicios; sin embargo, lo más lamentable es la discriminación de la que fuimos objeto, por usar Expidia.