Hotel para extranjeros con tres estrellas de más, lo bueno: Ubicación, limpieza en general... bien.
Lo malo: horarios de comidas, el buffet penoso, muy poca variedad y mal cocinado, un buffet hecho para chavales extranjeros con pizza, ensaladas cutres y pasta que da pena verla, sin contar con las lentejas de la cena que valen para asfalto del pueblo. El desayuno penoso, mucho fiambre, el café... malísimo y el zumo de naranja era agua teñida, para limpiarse los intestinos viene muy bien. Una pena con la pasta que vale el hotel.
Fui con buenas expectativas y salí defraudado .
Ni volveré, ni lo recomiendo a nadie a no ser que vayan estreñidos. Suena a broma pero da mucha rabia.
He viajado mucho y nunca había comido peor que aquí, no suelo poner reseñas negativas pero este hotel se lo merece.
Que sigan yendo la chavalería alemana.