Durante mi estadía tuve varios inconvenientes que considero importantes mencionar. Desde el primer día tuve problemas con la tarjeta de acceso a la habitación, ya que constantemente se desconfiguraba y me generaba molestias para ingresar. Además, encontré varios detalles en mal estado: en el baño había accesorios rotos, uno de los veladores estaba desprendido de la pared y la televisión no era Smart, por lo que solo podía ver los canales locales, lo cual limitaba bastante la experiencia.
Otro punto que me pareció incómodo fue la iluminación: la habitación era muy oscura, lo que sumado al mobiliario antiguo, le daba un ambiente poco acogedor. En general, el hotel se siente anticuado y poco pensado para un público juvenil o moderno.
Espero que estos comentarios sean tomados en cuenta para mejorar la experiencia de futuros huéspedes.