Es un gran hotel de la cadena Meliá situado en una de las zonas afectadas por la erupción del 2021. Pero a pesar de ello, la localidad se encuentra ya en proceso de renovación , rodeado de plataneros y unas vistas al mar espectaculares que se pueden disfrutar desde las habitaciones, la zona de la piscina, desde el comedor o la terraza.
Ofrecen gran variedad de actividades durante el día y la noche tanto para niños como para adultos .
Hay opción de desayunos y cenas muy buenos incluso atendiendo cualquier intolerancia. Los platos de las cenas son variados y muy ricos, y el personal siempre está atento de reponer y de que la comida esté caliente o recién hecha.
Las habitaciones son amplias y con camas muy cómodas. Tuvimos un problema con el aire acondicionado y el personal de mantenimiento vino en 10min. Y en media hora nos cambiaron de habitación en las mismas condiciones. Además, al día siguiente nos dejaron un detalle y nos llamaron personalmente para saber cómo había ido todo y si estábamos bien con el cambio.
Todo el personal ha sido muy amable y atento en todo momento.
La localización es muy buena para descubrir la gran variedad de paisajes que ofrece la isla bonita. Sin duda, repetiríamos una nueva estancia.
