La actitud de la gente de recepción y del servicio del bar en el área de alberca es poco servicial, parece que nos hacen un favor.
La limpieza de la alberca techada es nula, es decir, los vasos que dejaron otras personas estuvieron muchas horas, la alberca tiene las paredes verdes y las escaleras están resbalosas, no le dan mantenimiento.
Los lavabos en la habitación tienen moho, las ventanas no sellan completamente, lo que permite pasar el sonido exterior,
En pocas palabras, ya no es el hotel que conocimos hace algún tiempo,