El estado exterior del edificio engaña mucho por su deterioro pero dentro está totalmente reformado. Habitación amplia, baño grande y la cama muy cómoda. Llama la atención la cama redonda y la bañera tan grande. A pesar de haber obras en la calle, que dificultan el aparcamiento, no hay ruido. Si viajas en coche, lo ideal es aparcar en una calle cercana, subiendo del hotel a la izquierda, enfrente de una gasolinera. El centro histórico está a unos 20 minutos andando desde donde puedes bajar al río.