La habitación limpia y espaciosa, igual que el baño, aunque había un bicho en la pared de la habitación. Después vimos algún bicho más de esos, muerto, en la entrada de uno de los ascensores.
El desayuno, excelente pero pasamos un momento bochornoso, cuando una de las personas de la cafetería, cuando acabamos de desayunar, vino detrás de nosotros, diciendo en voz alta, delante del resto de personas que se encontraban allí que teníamos que abonar el desayuno, cuando este entraba en la oferta del alojamiento. Nos quedamos volados con la indiscreción de esta persona.
No volvería a este establecimiento.