Las habitaciones son pequeñas y muy viejas, suenan las camas y el aire acondicionado no deja dormir de tan ruidoso, no hay servicio de jabón o shampoo, la caja fuerte hay que dejar un depósito, las poltronas de piscina cuestan 4 € cada una, el parking no tiene capacidad para todos los huéspedes así que toca pagar otro parking. El desayuno básico, la habitación con vista parcial al mar solo veía las toallas colgadas en los otros balcones