Mi experiencia en el hotel no cumplió con mis expectativas. El hotel como tal es muy bonito su arquitectura y decoración son de lujo, sin embargo carece de amenidades y el servicio tiene mucho que mejorar, pareciera que la comodidad del huésped no es la prioridad. Las únicas amenidades que ofrece son la alberca, el gimnasio, su restaurante y el transporte al centro de San Miguel, aún así no pudimos disfrutar de ninguna de ellas ya que la alberca aunque es hermosa no tiene calefacción y está en plena entrada del hotel por lo que todos los trabajadores pasan por encima de ti mientras estás bañándote, solicitamos el servicio de transporte y no tenía conductor disponible y por último intentamos comer en el restaurante y un plato vino frío y el otro crudo, un menú muy limitado y calidad que no está a la altura de los estándares gastronómicos de San Miguel de Allende. En cuanto a las habitaciones el aire acondicionado no nos funcionó, bajamos a las 2 am a solicitar apoyo ya que los mosquitos nos estaban comiendo y la intención de ayudar fue poca, aún y cuando estaba con mi bebé de 18 meses. Espero puedan trabajar en mejorar y poder llegar a estar a la altura de los principales hoteles de San Miguel Allende, tienen mucho potencial que no están aprovechando.