El servicio siempre fue rápido, amable y eficiente. El estado del cuarto denota un cierto abandono en mantenimiento, la TV no funcionaba, tenía un olor residual a cigarro, los muebles se notaban viejos. El desayuno es un bufet aceptable pero caro (300 pesos por persona aprox) para lo que ofrecen, por ejemplo, el pan se notaba que no era del día. Tenía algún tiempo sin llegar a este hotel y noté una disminución en su calidad, lamentablemente.