Las instalaciones son muy lindas y los cuartos amplios y de muy buen tamaño. Las camas están bien, pero para un hotel de esta categoría, podrían ser más grandes y cómodas.
Respecto a los servicios, es lamentable que el restaurante del desayuno tenga una oferta tan limitada y ofrezca un desayuno incluido en el costo del cuarto tan poco atractivo. Las porciones de fruta ofrecidas en el desayuno son mínimas, y solo hay dos opciones a elegir... Claramente no nos quedaron ningunas ganas de repetir el desayuno luego de la primera mañana (y más teniendo muchas opciones mejores cerca y un Starbucks al lado).
Otro servicio que es demasiado incómodo es la falta de estacionamiento. Aun cuando se ofrece la opción de un "valet", se nos informó que tardaría "mínimo 30 minutos" en traer nuestro automóvil al hotel, porque lo guardan en una pensión a 4-5 cuadras del hotel, y la persona que funciona como Valet es la misma que hace de Botones y hasta de Portero en la noche.
Es una pena que los servicios sean tan limitados y el personal tan reducido, porque es un hotel muy hermoso y con una ubicación privilegiada. Pero con estas desventajas, combinadas con el alto precio de los cuartos, no nos quedaron ganas de regresar.