El castillo es precioso por fuera, la verdad debería ser más un museo, porque las habitaciones son terribles.
Cuando llegamos no tenían nuestras habitaciones, nos ofrecieron otras y al entrar, estaban completamente sucias, lo reportamos y mandaron a alguien de limpieza, pero ni siquiera quería cambiar las sabanas. Había cucarachas, eses de rata y pelos en las camas.
El personal un poco grosero, la de la limpieza molesta por pedir que limpien y el gerente no esta al pendiente, se la pasa platicando y generando caos con todos los huéspedes.
La alberca es super pequeña e igual estaba bastante sucia.
Por la experiencia y el precio creo que esta ok, pero solo para 1 vez y no volver. Recorrer el castillo fue muy padre, esta gigante y muy muy bello.