La experiencia en el Hotel Cuevas ha sido excelente. Las habitaciones son modernas, muy amplias, limpias y especialmente cómodas, con una decoración cuidada al detalle.
Las instalaciones del hotel son simplemente deliciosas: la piscina, el jacuzzi exterior y la sorprendente casa del árbol con zona de relax crean un ambiente perfecto para desconectar. Se nota el mimo con el que está pensado cada espacio.
El trato del personal ha sido exquisito, tanto en recepción como en el bar de la piscina, siempre atentos y amables, cuidando cada detalle para que te sientas como en casa.
Además, la ubicación es perfecta: a un paso del centro histórico de Santillana del Mar, ideal para visitar la Colegiata y perderse por sus calles empedradas. ¡Totalmente recomendable y con ganas de repetir!