La experiencia fue excelente en todos los aspectos. Desde el momento en que llegamos, el personal nos recibió con una calidez y amabilidad que marcaron la pauta para el resto de nuestra estancia. Siempre atentos, serviciales y con una sonrisa genuina, el equipo del hotel hace que uno se sienta realmente bienvenido.
La limpieza es impecable. Las habitaciones están perfectamente cuidadas, con una atención al detalle que se nota. Todo huele a fresco, las sábanas y toallas están siempre limpias y suaves, y las áreas comunes se mantienen en perfecto estado durante todo el día.
Las instalaciones también son de primer nivel. Espacios bien diseñados, modernos pero acogedores, y pensados para brindar comodidad. Desde las habitaciones hasta las zonas comunes, todo está decorado con buen gusto y funcionalidad. Hay un equilibrio perfecto entre estética y confort.
El restaurante fue una gran sorpresa. Comida japonesa excelente.
En resumen, el Hotel Fujitaya es una joya que combina excelente atención, limpieza absoluta, instalaciones cuidadas y una oferta gastronómica sobresaliente. Sin duda, lo recomendaría a cualquiera que busque una estancia cómoda, tranquila y con un servicio de calidad excepcional.